La lectura en tiempos de guerra

Recuerdo que una buena amiga de mi madre pensó que yo sabía leer con apenas cinco años. Su error fue motivado por mi costumbre de repetir al pie de la letra la historia infantil que me habían contado sin dejar de “leer” cada página del libro infantil que sostenía en mis manos. Eran buenos tiempos a pesar de que los muñes rusos se infiltraban también en los libros, muchos de ellos calados y con hermosas figuras. Fui creciendo y descubrí primero a Maurice Leblanc y su Aguja Hueca que a Onelio Jorge Cardoso con sus Tres Pichones. Eran buenos tiempos, donde el salario alcanzaba para comer, vestir, adquirir el correspondiente cupón de juguetes y comprar libros infantiles para niños, no para tontos o para superdotados.

Después llegaron Salgari, Verne, Conan Doyle y las novelas policiacas de la Editorial Cubana Capitán San Luis. Pasaba largas horas sumergido en sus páginas y mi mente viajaba 20 000 leguas, peleaba en los mares o ayudaba a resolver un crimen. El éxtasis llegaba a las 7:30 PM cuando mis personajes favoritos se vestían de aventuras en blanco y negro primero, a color después. Eran buenos tiempos, mucho antes de que Elián Gonzáles estuviera a punto de ahogarse y hubiera que reclamarlo, o que dedicáramos interminables mesas redondas a Los Cinco Héroes.

Dejó de venir entonces la “desinteresada” ayuda soviética y con ella dejaron de venir los muñes rusos, los libros calados y con figuras y hasta los libros nacionales y las aventuras del patio fueron exiliándose hasta casi desaparecer. Estas últimas se convirtieron en tristes caricaturas de sus hermanas mayores y ya los niños en las calles dejaron de jugar con espadas para imitar a los Tres Mosqueteros, olvidaron como hacer un arco para disfrazarse de Robin Hood y hasta perdieron la alegría de empinar un papalote como Los Papaloteros. Los héroes de los libros se perdieron en tiempos de apagones y hasta los propios libros dejaron casi de hacerse ante necesidades más imperiosas y elementales.

El mundo cambió, Cuba cambió y ya casi nadie piensa en libros, ni siquiera los que lo hacen. Salgari, Verne y Conan Doyle fueron exiliados de las librerías cubanas, mientras que los policías en Cuba parece que no tienen nada que investigar, por eso ya nadie pierde el tiempo en escribir historias sobre ellos. Las bibliotecas están más calladas que nunca, porque ahora las tareas elementales no utilizan como bibliografía los libros, sino Wikipedia y EcuRED. Ya ningún niño se viste como el Zorro o Robin Hood, sin embargo, cada año más y más se disfrazan para Hallowen o juegan en sus móviles, porque ya no hay Papaloteros “serios” de los que daban risa, o Pequeños Campeones que nos hacían soñar con conectar un jonrón. Es mejor imitar al reguetonero de turno, que probablemente nunca se haya leído un libro completo.

Son tiempos de Guerra Fría ahora que dicen que se acabó la Guerra Fría. Los libros bien lo saben, por eso los estantes de las librerías acumulan el polvo por las decenas y decenas de volúmenes con literatura política o agrios títulos del patio, malos, pero nuestros, un orgullo que no impide que nadie los quiera comprar. Pretendemos que nuestros hijos no olviden la lectura, que se sumerjan en ellas y que el proceso sea educativo, pero a la par divertido, mientras que las bibliotecas en las escuelas son meros espacios donde se emplea el tiempo en hacer la tarea o conversar de cualquier tema, muchas veces indigno de ser publicado en un libro.

La política cultural de Cuba no tiene el rumbo perdido, simplemente no tiene rumbo, porque lo que gusta no es “políticamente correcto”, y lo que tiene el visto bueno del PCC, simplemente no gusta. Dejo de escribir para irme a ver una serie americana en mi “cajita”. Ahora mismo extraño las revistas Sputnik, políticamente correctas y, sin embargo, entretenidas. Hay que conformarse con ver Designated Survivor.

Las instituciones en Cuba viven en un estado de anarquía

En una entrevista concedida a Gianni Miná en 1987, Fidel Castro expresaba que cuando hay buenos cuadros, buena dirección, todo marcha excelentemente bien. Hoy no todo marcha excelentemente bien en las instituciones cubanas, sobre todo en aquellas que atienden cotidianamente a los ciudadanos. Todo el que las visita aprecia cierto grado de anarquía en mayor o menor medida, por lo que, si nos atenemos a las palabras de Fidel, la dirección de esos organismos puede que no sea la mejor.

Los trámites se vuelven interminables, pululan los errores y las subsanaciones y los malos tratos se encuentran a la orden del día. Es que la burocracia cubana se asemeja al Uróboros, ese animal mitológico que simboliza el ciclo eterno de las cosas, también el esfuerzo eterno, la lucha eterna o bien el esfuerzo inútil, ya que el ciclo vuelve a comenzar a pesar de las acciones para impedirlo.

Se vencen las certificaciones de nacimiento y defunción, a pesar de que nadie puede volver a nacer o a morir, se solicitan copias de documentos, subsanaciones, expedientes y mil papeles más que cuando usted lee la prensa se entera de que no son necesarios para el trámite en cuestión. ¿Quién orientó pedirlos entonces? No puede ser que a nivel nacional todo el mundo se haya puesto a de acuerdo para solicitar los mismos documentos inútiles, ¿o será que se ignoran olímpicamente las nuevas disposiciones?

Las personas encargadas de resolverles los problemas a la gente hacen todo lo contrario, escudadas por su cargo de “funcionario”, por lo que maltratan desde la secretaria hasta el director, imposible de ver casi siempre porque, aunque sea día de atención a la población está reunido. ¿Qué hacen los ministerios correspondientes? Todo el mundo sabe el caos que representa hacer por ejemplo un trámite en Vivienda, ¿se toman medidas para evitar los abusos y desmanes que a diario se cometen y de los que hasta Pánfilo se ríe en la TV?

La manida excusa de que son trabajos que nadie quiere no pueden seguir sirviendo de impunidad para que aquellos cargos que se deben al pueblo sean ocupados por las personas menos indicadas para ello. A nivel de pueblo las instituciones cubanas poseen una muy mala reputación, aunque la prensa nuestra con su política del catalejo se empeñe en ponerles curitas. Solo tienen que ver la conferencia del profesor Calviño sobre el cambio de mentalidad, para apreciar que hasta a él, una figura pública, se le hace complicado resolver un trámite. La cosa es peor cuando los afectados son personas de la tercera edad, algo que debería alarmar debido al aumento vertiginoso de este sector de la población. En muchas ocasiones deben trasladarse grandes distancias y esperar largas horas repetidamente para poder desde sacar un turno médico, hasta obtener un documento del banco. ¿Por qué Iroel Sánchez no escribe un editorial en Granma sobre este tema?

Siempre me han dicho que detrás de los extremistas se esconden los oportunistas y realmente dar con ellos no es muy complicado cuando se quiere buscar. ¿Queremos buscar?

Una pupila insomne que mira bien lejos de sus narices

Ya sabemos quién es Iroel Sánchez y las pasiones que levanta similares a las de Industriales. Admirado por muchos, criticado por muchos más, ahora arremete nuevamente, vaya usted a saber bajo la orientación de quien, contra el periodista uruguayo radicado en Cuba Fernando Ravsberg. La causa de sus insomnios es el artículo “Con los jóvenes o con los castradores” en el que se denuncia el despido de un periodista por, y cito:

publicar en mi blog personal (www.verdadecuba.blogspot.com) la intervención de Karina Marrón González, subdirectora del periódico Granma y miembro del comité nacional de la Upec, en el Pleno Nacional de la Upec (Unión de Periodistas de Cuba), del 28 de junio de 2016. “

Iroel afirma no conocer el caso, algo que pongo en duda debido a sus amplios contactos que le hacen llegar la información “calentica”, eso sí, que no toque la integridad de la Patria ni con el pétalo de una rosa. Afirma no obstante que el perjudicado ha declarado que como derecho que le confiere la ley, puede apelar ante el Tribunal Municipal para lo laboral para lo que debe contratar a un abogado que, de ganar el proceso digo yo que tan solo resolvería un desaguisado que nunca debió de ser cometido, porque no hace falta que Karina Marrón diga que el país no está para otro “maleconazo” para que la genta lo perciba en la calle, o que el periodismo oficial de Cuba está obsoleto y en crisis. Sigue leyendo

Listo capítulo sobre Thomas Jefferson en libro sobre Presidentes de Estados Unidos

Capítulo V: Thomas Jefferson

El “Sabio de Monticello”

Datos relevantes

Término: Tercer Presidente de Estados Unidos. 4 de marzo de 1801-4 de marzo de 1809

Nacimiento: 13 de abril de 1743, Shadwell, Virginia

Fallecimiento:4 de julio de 1826, Charlottesville, Virginia

Profesión: Abogado y agricultor

Partido político: Demócrata-Republicano

A la salida de la presidencia se mantuvo muy activo en su correspondencia y cuando en 1809 Napoleón pretendía extender su dominio a América Latina Jefferson había escrito a su amigo y colega Madison, que tal vez el francés entregaría las Floridas, y quizás también «consintiera en que recibamos Cuba en nuestra Unión», para evitar que los Estados Unidos ayudaran a México y otras provincias.

Más tarde durante ese año, en una carta privada a su sucesor James Madison, Jefferson afirmaba:

«Confieso francamente que siempre he visto en Cuba la más interesante adición que se puede hacer a nuestro sistema de estados.»[1]

Desde mucho antes Jefferson había dejado claro que la mayor de las Antillas era un objetivo para las aspiraciones expansionistas norteamericanas, y en 1805 llegó a decirle al representante británico en los Estados Unidos Anthony Merry:

«La posesión de la isla de Cuba es necesaria para la defensa de Luisiana y la Florida porque es la llave del Golfo.»

Retrato de Thomas Jefferson por Rembrandt Peale en 1800.

Retrato de Thomas Jefferson por Rembrandt Peale en 1800.

[1]Franklyn, Jane. The Cuban Revolution and the United States: A ChronologicalHistory/ Jane Franklyn. Ocean Press, Melbourne, Australia, 1992, p. 10.

Reporteros de Cuba ¿sin fronteras o tomando Café Fuerte?

Y que aventurera que se ha vuelto la juventud/ le da lo mismo Tokio, Barcelona que Moscú…

Catalejo-Buena Fe

Lo que voy a decir no es secreto para nadie: La “jugada está apretá” en Cuba. Una canción de Los Aldeanos te advierte de que viven en un país obrero donde la igualdad no existe, donde si sales no comes, y si comes, no te vistes. Nietzsche no lo habría podido resumir mejor, la jugada, está apretada en Cuba. Aunque algunos hablen de balseros desde SUami, digo, Miami, hacia Cuba, lo normal es que la gente de este archipiélago busque emigrar casi que a cualquier lugar con la vista fija en los Estados Unidos como destino final, eso es un secreto a voces que las cifras oficiales sobre los que salen y regresan no pueden tapar. Yo mismo conozco a más de uno y hasta más de dos que salieron para no regresar. Tampoco es secreto que esta migración provocada en su mayoría por problemas económicos tiende a ser un poquito manoseada al tiempo que la gente dice asilarse sin todavía llegar a la tercera edad.

Personalmente soy de la opinión de que para ser transparentes debemos ser críticos y autocríticos, mucho más si de escribir en Internet se trata. Al parecer no es bastante con el Dúo Dinámico de los Sánchez en la blogósfera sobre Cuba, que no cantan ni pelan fruta, pero con sus crónicas marcianas desde yoanilandia por un lado, y la política del catalejo por otro, ya dan una versión bastante tergiversada de la realidad cubana.

Mientras leo algunos artículos de Café Fuerte sobre un escritor, un periodista y una diplomática, todos cubanos, algunas palabras claves me saltan a la vista enseguida. Refugio, asilo y exiliado se repiten una y otra vez como el estribillo de una canción de reguetón, pero en este caso nada contagioso. Una vez alguien dijo que para el mundo el cubano no emigra, huye. Tal vez sea por eso que el periodista Wilfredo Cancio Isla al referirse a su colega Jorge Luis Rodríguez, hasta hace poco especialista de temas internacionales del diario Juventud Rebelde, escribiera textualmente:

El periodista cubano Jorge Luis Rodríguez, especialista de temas internacionales del diario Juventud Rebelde, decidió romper sus lazos con el oficialismo y solicitar asilo político durante un reciente viaje a Londres. Sigue leyendo

Cuando los medios se burlaron del cubano

Seamos realistas, desde hace mucho los medios se han burlado de los cubanos. Ya sea que no se da el vuelto, o que no vales un medio, lo cierto es que la fracción monetaria conformada por cinco kilitos es cosa del pasado. Como hablar de este tipo de medios es algo así como referirse a los dinosaurios, prefiero escribir sobre los mass mediaque día a día hacen indignarse al cubano.

Me acuerdo que hace unos añitos Moneda Dura quería asesinar a los televisores por las “barbaridades” que allí uno apreciaba. Imagínense,  si eso pasa con la moneda “dura”, ¿qué pueden pensar los que casi nunca divisan la divisa? Lo cierto es que si el cubano viviera un poco enajenado de su realidad desde hace mucho hubiera arrimado jabas y sacos a la “pequeña pantalla” porque a diario se sobrecumplen producciones de todo tipo de alimentos que al parecer se pierden en el éter. Ya lo dijo quien lo dijo, que no dijo nada, en su resumen de las noticias: En Cuba todo está muy bien, el resto del mundo está muy jodio. Sigue leyendo