Triciclos de Taxi-Cuba: Los corsarios del Siglo XXI

Triciclos de Taxi-Cuba

En ocasiones (casi siempre) me maravillo con la previsibilidad de los artículos publicados por nuestra prensa plana, donde (casi) siempre falta la pregunta clave, el seguimiento al problema. No obstante a lo anterior, me declaro fan del semanario provincial de Cienfuegos 5 de septiembre, que sin adentrarse profundamente para descubrir el pollo dentro del arroz, urga (casi siempre) para por lo menos ver la punta del iceberg.

En el artículo La travesía inversa de los triciclos amarillos, del periodista Roberto Alfonso Lara, aun cuando se pone el dedo en la llaga, se aceptan como “cuasi” normales una serie de violaciones que los mismos infractores esgrimen en la cara del reportero con la seguridad de que poco o nada puede pasar cuando se publique el artículo de marras. En el primer ejemplo que traigo a colación, Daniel Cruz Borroto, director de Taxi-Cuba, admite con desparpajo que:

“El sistema de Taxi-Cuba no contempla ni días francos ni vacaciones” …. los titulares de los triciclos tienen la posibilidad de contratar a un ayudante que los cubra si faltan ¿?

Aunque el periodista reconoce que dichas condiciones laborales infringen los principios fundamentales que en materia de derechos establece el Código de Trabajo, vinculados al “descanso diario, semanal, y de las vacaciones anuales pagadas”, no va más allá en el asunto. No pregunta quién estableció el procedimiento, no va más allá sobre cómo se controla al posible “ayudante”, si no se han dado casos de que estos ayudantes circulen “por la izquierda”.

Tampoco pregunta a los conductores de triciclos, que quieren decir cuando alegan que “normalmente, los precios no están altos para las personas”, si la población continúa quejándose de que se les está cobrando por encima de lo establecido. Yo personalmente tengo conocimiento de algunos choferes que alegan que el vehículo después de arrendado es de ellos, y por eso cobran lo que les dé la gana y al que no le guste… ya saben.

Lo más risible es cuando no se va más allá, preguntando a las autoridades competentes, sobre el comentario de uno de los choferes que alega que, aunque la población se moleste, ellos   están obligados a alquilar su vehículo y todos saben por qué.

Tal parecería que junto con la licencia se les entrega una patente de corso que cuenta con la tácita aprobación de los encargados de controlar esta tarea, idea que al parecer comparten muchos cienfuegueros, pues como afirma uno de ellos en su comentario en la web:

Y ahora a lo que iba: por lo que aquí se cuenta e infiere de las declaraciones del compañero que hoy dirige Taxi-Cuba, a la entidad debían identificarla con un antifaz. Todo cuanto indican hacer es una incitación al libre albedrío, al desorden, a que los choferes contratados bajo un régimen de moderna explotación hagan lo que les venga en su santa gana.

Se habla de multas y sanciones a choferes, pero la realidad es que nunca he visto un inspector o funcionario de Taxi-Cuba en ninguna de las piqueras. Cualquier día se exigirá que, junto al uso del caso protector para el chofer, este debe portar un parche en el ojo, porque la espada, esa hace rato que la guardan bajo el asiento.

El maltrato al pueblo también viaja en Víazul

El que no viaja en guagua por Cuba no sabe lo que es la vida, da igual que sea local, intermunicipal, o interprovincial, el maltrato está casi garantizado. Cualquier suspicaz diría que no se puede generalizar y es cierto, existen excepciones que tan solo confirman la regla. El cubano de a pie, escaso de recursos en ocasiones hasta para montar un rutero local, pensaría que una de esas excepciones estaría a bordo de los ómnibus de Víazul, vehículos que un ínfimo porciento de mortales nacionales sin sangre de color añil o bolsillos con la gama de colores de los CUC han podido abordar.

El sistema de transportación por ómnibus Víazul está diseñado para exprimirle el bolsillo al turista foráneo, y su página de Términos y Condiciones  confirma que (al igual que con otras tantas empresas e instituciones) cuando tu dinero ingresa en sus arcas debes ponerle una ofrenda a la Virgen de la Caridad del Cobre para intentar recuperar lo que te corresponde por un mal servicio o simplemente, porque nunca lo utilizaste. Sigue leyendo

El CUC se cambiará a entre 15 y 19 pesos durante la reunificación monetaria

No es un secreto para nadie en Cuba que el CUC, primo cubano del dólar estadounidense, tiene sus días contados. Desde su nacimiento estaba destinado a morir, y aunque diversos especialistas vaticinaban que sus días estaban contados, el pobre CUC pudo alcanzar su mayoría de edad. La novedad no es esta, ni siquiera después de que la prensa internacional filtrara que el senador Ron Wyden, miembro de una delegación de congresistas demócratas que recientemente visitó la isla, aseguró que el propio Presidente de Cuba, Raúl Castro, les garantizó que este era el año donde finalmente se reunificaba la moneda. Nuestra propia prensa, no tan sabia como los tres monos, pero con sus mismas discapacidades, no se ha dado cuenta de nada, pero esto tampoco es noticia.

La noticia es un rumor que recorre desde hace días las calles de Cienfuegos: Cuando ocurra la reunificación monetaria, el CUC solo podrá ser cambiado en las CADECA a un precio aproximado de entre 15 y 19 pesos cubanos. La bola va tomando fuerzas toda vez que al parecer en la Perla del Sur hay personas bien informadas, pues ya en una ocasión, cuando se fijó la tasa de cambio en 1 x 25, los cienfuegueros sabían de la noticia antes de que se hiciera oficial, y habían tomado las previsiones pertinentes. 

Los “cambistas” particulares que merodeaban por las CADECA han desaparecido poco a poco, mientras que ya algunos negocios particulares muestran letreros donde se alerta de que no aceptan CUC como pago. Todo el que tiene una cierta cantidad de dinero en CUC se ha apresurado a cambiarlo, ante la incertidumbre de la falta de información oficial.

Recordemos que la compra de un CUC para las personas se sitúa actualmente en una tasa fija de 24 pesos cubanos y la venta en 25, mientras que dentro del sector empresarial estatal existen otras tasas.

Pedro Monreal, autor del blog “El Estado como tal”, especificó que, “cuando se ponga fin a la ficción actual de una tasa oficial en la que el CUP equivale a un dólar estadounidense, automáticamente se incrementará el valor en pesos cubanos de cada producto importado”, en un país que importa hasta 70 por ciento de los alimentos que consumen sus 11,2 millones de habitantes.

El 22 de octubre de 2013, el gobierno informó sobre el inicio de un cronograma para realizar en un plazo sin precisar la unificación monetaria y cambiaria.

Odiseo y la cola de la papa en Cuba

Dice Odiseo, el héroe legendario de la mitología griega, que la Guerra de Troya y el regreso a Ítaca fueron juegos de niños comparados con las colas para comprar las papas en Cuba. El centauro Quirón jamás lo instruyó en la odisea de los coleros, las estafas de la pesa y los revendedores. La noticia se expandía de boca en boca: que viene la papa, que viene la papaaaaa… a mayor velocidad que cuando los pescadores del Vaticano visitaron Cuba.

La escasez del tubérculo, su enrevesada distribución, y la importancia histórica que este alimento ha tenido en la mesa de los cubanos, son los ingredientes de esta receta para el desastre a la que no acabamos de acostumbrarnos. Hasta la PNR es necesaria para controlar algunas colas, aunque su presencia no disuade a los revendedores que después, “a la cara del cubano”, casi equipara la libra de papa con el precio de la onza de oro en el mercado mundial. 

Hasta el año 2009 la papa tenía una casilla asegurada en la muy venida a menos libreta de abastecimiento. A partir de ese año, a iniciativa del ya desaparecido Comandante en Jefe Fidel, se pretendió extender la presencia del tubérculo, de manera liberada y al precio de un peso la libra, durante todo el año y de manera liberada. La idea, más o menos soportada por la producción y amplios frigoríficos para su almacenamiento, funcionó por un par de años. Después se fue perdiendo el empuje, las semillas, y por supuesto, la papa. El precio comenzó a escalar los 50 pesos por saco, 70, 150, 200 y ahora mismo nadie es ya capaz de hacer un cálculo correcto ya que un simple jarro con literalmente cuatro papas, se vende ahora mismo en Cienfuegos al simbólico precio de 35 pesos.

Desde 2015 la producción de papa literalmente se desplomó, e incluso la región de Horquitas en Cienfuegos, dejó de sembrarlas en algún momento. La poca que se produce se la comen en su mayoría los turistas extranjeros, un poco a la industria y dicen algunos que el consumo social se lleva también una pequeña cuota. Decía el economista Juan Triana, y cito, que:

La demanda creciente es siempre una oportunidad para incrementar producciones e ingresos, expandir capacidades productivas, introducir mejoras tecnológicas, generar nuevos negocios…Pero en nuestro caso ocurre algo único en el mundo, la demanda creciente es ¡un problema!. Esta es otra de nuestras piedras recurrentes.

Si antes el cubano llevaba a su plato la papa con carne, ahora lleva… 

Un popular personaje de la telenovela cubana Salir de Noche, ahora le tendría que decir a su esposa:

El Papa no pela papa… porque no hay papa para pelar.

Tiburón corrompe y salpica en Cuba

Por estos tiempos la corrupción campea por su respeto en Cuba malogrando los esfuerzos de unos pocos de utilizar sabiamente las escasas arcas de nuestra maltrecha economía. Los inspectores y otros encargados del control circulan por ahí con ¿mochilas y bolsos?, tal vez para cargar la “enorme cantidad de multas que imponen”, aunque lo más probable es que sus objetivos sean mucho más prosaicos. Una mano lava a la otra y las dos, desangran a puñaladas los recursos que se deberían destinar a otras cosas mientras que los dueños de los bolsos y las mochilas miran a otro lado. 

Lo peor es el “sociolismo” entre cuadros, donde uno pone la cerveza y otro el puerquito, sin que nada de eso salga de sus bolsillos. ¿De qué otra manera puede ser que un económico desfalque 28 millones de pesos en La Habana, un administrador de bodega se pague su viaje a Chile con 170 000 pesos o un dependiente de una cafetería en divisas deba la friolera de 12 000 dólares?

Nadie roba, tan solo luchan. Los dirigentes ni eso, ellos malversan y desvían y en muchas ocasiones sus sanciones son poco más que unas palmaditas en la espalda y el “plan pijama”, hasta que todo se calme. Luego, como todo el mundo sabe, este dirigente se recicla a otra esfera para que pueda diversificar los estragos. El compromiso entre ellos por lo de que “recuerda que yo te sé a ti” nos lleva a este eterno reutilizamiento de cuadros incompetentes y corruptos. Después hay quién se pregunta por qué la economía no mejora en Cuba. Pero la culpa, la maldita culpa, siempre tendrá ahí al bloqueo para que cargue con todos los errores y vicios humanos. Al final, tiburón se baña, pero salpica. 

Los (pu)triciclos del amor

Tomada de PerlaVisión. La imagen solo muestra el tipo de vehículo sin estar relacionada directamente con el tema del artículo.

Los polémicos triciclos amarillos siguen dando de qué hablar en Cienfuegos. La renta que les exige la empresa a la que pertenecen ronda los 12 000 CUP mensuales, a lo que se suma el pago de la ONAT, seguridad social, gasolina, mantenimiento y hasta etc. Pues resulta que como modo de capear esta avalancha de dinero, a la consabida puñalada que normalmente le asestan al bolsillo nacional, entiéndase onerosos alquileres, ahora se suma el traslado del turismo y la correspondiente fauna que lo ronda.

Los taxistas de estos “motores del amor”, o putriciclos, para dárselas de buenos ciudadanos, dan una que otra vuelta “por la cola”, casi siempre desde el Parque Villuendas hasta la piquera del Palacio de los Matrimonios, negándose a llegar más allá, a no ser que los alquilen. Poco control + cierto nivel de socialismo (corrupción) = al desparpajo con el que operan estos “compañeros”, que ciertamente se tienen que buscar la vida, solo que es una pena que sea a costa de la de los demás. Me surge ahora la duda si estos vehículos vienen a ser parte de la solución, o del problema. Los números hablan por sí solos.

La subversión en Cuba se hace una cuenta en Facebook

Dice el bueno de Cubadebate que el gobierno de Estados Unidos creará una nueva Fuerza de Tarea en Internet para difundir mensajes desestabilizadores contra el orden establecido en Cuba y agredir la institucionalidad y legitimidad del gobierno. Este es un episodio más de la saga de “La Guerra de la Internet” en su versión caribeña, cuyos productores estás más que conscientes de su fracaso ante la crítica, pero sienten engolosinados por el éxito de taquilla que tuvieron los capítulos anteriores. La dirección creativa criolla no se queda atrás con su embullo ante la nueva propuesta yanqui, que le permite mantener vivo a un enemigo “malo, malísimo”, sin disfraces ni matices, que prefiere sostener el palo en lugar de ofrecer la zanahoria con la que vino “el mulatico” hace un par de años.

La demagogia sobre la que se sostiene el proyecto ha sido alimentada por las normas privativas cubanas de acceso a la red de redes hasta tal punto, que la mayoría de los que desde la mayor de las Antillas accede desde hace poco a Internet, identifica a Facebook e Imo como sinónimos de la misma. Nuestros tristes medios de prensa, muy serios pero muy lentos, ayudan poco o nada a mejorar la percepción sobre lo que es, o no Internet, llamando todavía al entorno que la conforma como “nuevas tecnologías”.

Regresemos en el tiempo: en noviembre de 2015 un editorial del diario estadounidense NYTimes acusaba al gobierno de Cuba de frenar el acceso a Internet a un precio moderado de millones de cubanos. Según ellos a raíz de los cambios regulatorios implementados por la administración del Presidente Obama Cuba tenía varias opciones para expandir el acceso a Internet rápidamente y a gran escala.

Aunque Kcho en su estudio romerillo tenga Google “a full”, el gobierno de la isla nunca ha dicho nada a sus ciudadanos de la iniciativa Project Link, que ya ha mejorado dramáticamente la conectividad en Uganda, lo que permitió a proveedores de servicios de Internet (ISP, por la sigla en inglés de Internet Service Provider) y operadores de telefonía móvil (MNO, Mobile Network Operator) ofrecer acceso Wi-Fi de alta calidad a dueños de pequeños negocios y usuarios de telefonía móvil en el país africano. Tal vez el temor seas provocado por las críticas a la multinacional Google, ahora principal subsidiaria de la multinacional estadounidense Alphabet Inc., sobre presunta ingeniería fiscal en diferentes países, y por ser una de las empresas que colaboran con las agencias de inteligencia en la red de vigilancia mundial, sacada a la luz en 2013. Tal vez el problema sea tan simple como que su tecnología no es china, casualmente la más adecuada siempre para resolver nuestros problemas técnicos.

Hoy en día es una tontería censurar la información como todavía hacen nuestros medios, porque en la calle se sabe lo que gana Pito Abreu, por donde se fue tal o más cual deportista, o el escándalo relacionado con tal o más cual “hijo de papá”. Lo prohibido siempre es perseguido, y la gente quiere confirmar la bola de que el dólar (CUC) va a bajar tal día, o de que de verdad explotó tal dirigente y el “regaño” fue mandarlo unos días para su casa y después ponerlo a dirigir en otro lugar como “castigo”. De estas carencias se nutre la iniciativa no tan nueva de nuestros “primos” del norte, porque realmente el estado cubano podría hacer un poco más, comenzando por modernizar y mejorar el acceso de nuestros periodistas, permitiéndoles además contar TODA la noticia, no parte de la misma, y con inmediatez. Para tener una idea de lo desactualizado que está el país en estos temas, todavía no existe siquiera una Ley que regule la informática, por lo que se juzga por una legislación totalmente obsoleta.

La posibilidad de viajar a otros países ha propiciado que, amén de que algunos hayan probado un bocado de lo que es estar conectado a Internet a precios competitivos, la llamada Generación Z cubana, que también ha adoptado la tecnología a primera instancia, se sienta identificada con la telefonía móvil y el acceso a la web, al punto de que algunos han creado incluso sus propios canales de YouTube. La desconexión de esta generación con diversos puntos de vista “oficialistas”, será la piedra angular de la estrategia norteamericana para utilizar el acceso a Internet como Caballo de Troya.

Estos llamados nativos tecnológicos criollos ya tienen acceso a numerosos chismes y rumores que critican con diversos matices de realidad en las redes sociales, el día a día cubano. Recuerdo que una vez, en plena batalla por el retorno de “Los Cinco” algún gracioso publicó en Facebook un reclamo donde los héroes eran la langosta, la Internet, el permiso para viajar, la telefonía celular y la carne de res. Es decir, el cubano siempre ha estado expuesto de una manera u otra a la subversión, solo que la tecnología logra llegar con inmediatez a determinado público en específico.

Ya nuestros jóvenes no son aquellos a los que Fidel no les dijo cree, sino lee. Ahora, sin otra guía que el último estilo de peinado o ropa, la gente se cree cualquier cosa porque “la leyó en Internet”. El gobierno estadounidense solo está llenando el vacío informativo que nuestros medios dejan. No importa cuán verás sea la información, solo importa para ellos darla primero. La respuesta cubana siempre va a ser la misma, ellos lo saben, y nosotros también: RESTRINGIR. Solo hay que leer los comentarios en Cubadebate:

LaVerdad dijo:
Pues a darle la respuesta adecuada, la Seguridad del Estado alerta, las Unidades especializadas en control electronico lo mismo, las autoridades cubanas preparadas, el pueblo con la guardia en alto, lo mas importante al Ministerio de Justicia, a los fiscales, jueces, al duro y sin guante con estos elementos cuando traten de subvertir el orden interno, a los establecimientos penitenciarios, ponerlos en su lugar adecuado, seguro estamos aqui hay que respetar al pueblo de Cuba

K1K2 INDUSTRIALES dijo:
Lo que hay que hacer es, no seguirle el juego a los EEUU y defendernos de estos ataques bloqueando esos sitios, pero ademas no es menos cierto que nuestra sociedad necesita abrirse totalmente a la Internet y no el 40% de la poblacion, el 95% debe de tener acceso a esta red de redes, fomentarla a precios asequibles al cubano de a pie, que con su salario pueda abrirse al mundo, tener acceso a informaciones internacionales y a sitios que necesitamos acceder para nuestro desarrollo profesional como ciudadanos.
Está plasmado en uno de los acapites de los Derechos Humanos, y nosotros los cubanos lo merecemos.
O es que en nuestro pais hay quien no le conviene que nuestro pueblo tenga en su totalidad de acceso a internet?

Pero no todo está perdido, otros comentarios afortunadamente se dan cuenta de que la solución no es botar el sofá, y parte de formar mejores recursos humanos y potenciar el uso de Internet como herramienta del pueblo para contar la realidad del pueblo. Cuando cualquiera en Cuba pueda acceder a Internet, de poco o nada valdrá ofrecerle a la gente acceder a Internet mediante inventos. Si la mayoría nuestros jóvenes tienen aquellos valores y preceptos de los que presumimos, ¿a qué le tememos? O será como dice el siempre acertado dúo Buena Fé:
Somos antimperialistas, y nadie nos mete el pie, pero que bonito está ese zapato, por cierto ¿qué marca es?

El pollo del arroz con pollo no es lo que están haciendo ellos, es lo que no estamos haciendo nosotros.

El día de (des) atención a la población

Atención a la población Casi siempre es un lunes el día señalado por los niveles superiores para escuchar los reclamos y quejas de la población. El único problema es que casi siempre es un lunes el día señalado por Partido y Gobierno para reunirse con esos mismos funcionarios que debían atender a la población. El pueblo asiste un lunes si, y otro también para escuchar siempre las mismas justificaciones: “El director está reunido en el gobierno, no sabemos a que hora regresa”. “Si, ya regresó de la reunión con el Primer Secretario, pero ahora tiene que salir a otra reunión”. En el mejor de los casos seremos atendidos por un funcionario que “atiende a la población”, lo que traducido al “cubano” quiere decir que recogerá su queja hasta que el jefe correspondiente deje de estar reunido para que decida cómo lo maltratará mejor, quiero decir, que solución darle a su caso.

El círculo vicioso de pretender que los propios maltratadores resuelvan nuestros entuertos se convierte en un ciclo sin fin de agravios donde el de a pie sin “socios ni plata” se siente (porque lo está), desprotegido. Los funcionarios que se deben al pueblo en muchas ocasiones viven del pueblo, por lo que siempre es un buen día para la (des)atención a la población. Nunca se sabe que “regalito” nos traerán.

Cuando los deseos aprietan: Crónica de un mal olor

Cuando hay que ir, hay que ir… Es una verdad tan grande como los molinos que cuando se ignora el pedido… bueno, recuerden el húmedo final del cuento. Cuba, tan necesitada de casi todo, urge de más urinarios públicos que permitan al apurado viajante evacuar su prisa. Si algo ha demostrado el cubano es que no se detiene ante la falta de algo, por lo que se arrima o agacha en cualquier rinconcito, no necesariamente apartado de las miradas indiscretas, y deja salir su apremio dejando una marca de olor que no tiene como intención marcar territorio.
En la ciudad de Cienfuegos, que muchos todavía reconocen como La Perla del Sur, la escasez de estos locales salvadores ha dejado huella literalmente. Ya sabemos por qué los Estados Unidos nunca pudieron hallar las armas químicas en Irak, Sadam las había desplegado en ciertas esquinas bien céntricas del centro sur de Cuba y seguro, hasta un poco más allá.
La respuesta no es crear nuevos espacios que eviten estos males olores, sino privatizar otros donde el pago del mismo ya está implícito en el servicio que se ofrece. Hablo de terminales de ómnibus y trenes y centros gastronómicos y recreativos. Cualquier día nos encontramos a una anciana que cajita en mano dice en un perfecto inglés:

Es un honor recibirlo en nuestro país señor Primer Ministro, pero para entrar al baño del Aeropuerto hay que pagar 1 CUC, el dólar americano es con impuesto, y si quiere un pedacito de papel sanitario le va a costar otro CUC.

Bromas aparte, la gestión que hacen estos particulares de estos espacios es casi siempre lamentable, pues el mal olor abunda al tiempo que el agua escasea. Recientemente entré al baño de la Terminal de Ómnibus de La Habana y casi tengo que alquilar una careta antigás. Sería interesante que alguien explicara entonces para qué se privatizan estos baños aunque me imagino que como con otras tantas dudas, me quedaré con las ganas.

La lectura en tiempos de guerra

Recuerdo que una buena amiga de mi madre pensó que yo sabía leer con apenas cinco años. Su error fue motivado por mi costumbre de repetir al pie de la letra la historia infantil que me habían contado sin dejar de “leer” cada página del libro infantil que sostenía en mis manos. Eran buenos tiempos a pesar de que los muñes rusos se infiltraban también en los libros, muchos de ellos calados y con hermosas figuras. Fui creciendo y descubrí primero a Maurice Leblanc y su Aguja Hueca que a Onelio Jorge Cardoso con sus Tres Pichones. Eran buenos tiempos, donde el salario alcanzaba para comer, vestir, adquirir el correspondiente cupón de juguetes y comprar libros infantiles para niños, no para tontos o para superdotados.

Después llegaron Salgari, Verne, Conan Doyle y las novelas policiacas de la Editorial Cubana Capitán San Luis. Pasaba largas horas sumergido en sus páginas y mi mente viajaba 20 000 leguas, peleaba en los mares o ayudaba a resolver un crimen. El éxtasis llegaba a las 7:30 PM cuando mis personajes favoritos se vestían de aventuras en blanco y negro primero, a color después. Eran buenos tiempos, mucho antes de que Elián Gonzáles estuviera a punto de ahogarse y hubiera que reclamarlo, o que dedicáramos interminables mesas redondas a Los Cinco Héroes.

Dejó de venir entonces la “desinteresada” ayuda soviética y con ella dejaron de venir los muñes rusos, los libros calados y con figuras y hasta los libros nacionales y las aventuras del patio fueron exiliándose hasta casi desaparecer. Estas últimas se convirtieron en tristes caricaturas de sus hermanas mayores y ya los niños en las calles dejaron de jugar con espadas para imitar a los Tres Mosqueteros, olvidaron como hacer un arco para disfrazarse de Robin Hood y hasta perdieron la alegría de empinar un papalote como Los Papaloteros. Los héroes de los libros se perdieron en tiempos de apagones y hasta los propios libros dejaron casi de hacerse ante necesidades más imperiosas y elementales.

El mundo cambió, Cuba cambió y ya casi nadie piensa en libros, ni siquiera los que lo hacen. Salgari, Verne y Conan Doyle fueron exiliados de las librerías cubanas, mientras que los policías en Cuba parece que no tienen nada que investigar, por eso ya nadie pierde el tiempo en escribir historias sobre ellos. Las bibliotecas están más calladas que nunca, porque ahora las tareas elementales no utilizan como bibliografía los libros, sino Wikipedia y EcuRED. Ya ningún niño se viste como el Zorro o Robin Hood, sin embargo, cada año más y más se disfrazan para Hallowen o juegan en sus móviles, porque ya no hay Papaloteros “serios” de los que daban risa, o Pequeños Campeones que nos hacían soñar con conectar un jonrón. Es mejor imitar al reguetonero de turno, que probablemente nunca se haya leído un libro completo.

Son tiempos de Guerra Fría ahora que dicen que se acabó la Guerra Fría. Los libros bien lo saben, por eso los estantes de las librerías acumulan el polvo por las decenas y decenas de volúmenes con literatura política o agrios títulos del patio, malos, pero nuestros, un orgullo que no impide que nadie los quiera comprar. Pretendemos que nuestros hijos no olviden la lectura, que se sumerjan en ellas y que el proceso sea educativo, pero a la par divertido, mientras que las bibliotecas en las escuelas son meros espacios donde se emplea el tiempo en hacer la tarea o conversar de cualquier tema, muchas veces indigno de ser publicado en un libro.

La política cultural de Cuba no tiene el rumbo perdido, simplemente no tiene rumbo, porque lo que gusta no es “políticamente correcto”, y lo que tiene el visto bueno del PCC, simplemente no gusta. Dejo de escribir para irme a ver una serie americana en mi “cajita”. Ahora mismo extraño las revistas Sputnik, políticamente correctas y, sin embargo, entretenidas. Hay que conformarse con ver Designated Survivor.