De reguetones y cubanos

Al parecer ya era demasiado. Después de que mami pitcheara, las chicas contrajeran rabia (por aquello de perrea) ya fue demasiado el video erótico casi porno del chupi chupi. La pelota viene y va desde que al “chiquitico de Cuba”, autodenominado “ la voz” se le reprochara por aquello de las paleticas. Vamos que todo el mundo se daba cuenta de que al hombrín le gustaba el sexo oral, pero nadie tenía deseos de que lo dijera públicamente. El temita me viene a la cabeza después de leer ¿Censurar pa´ que no suene?, en el blog Desde mi ínsula, que escribe un colega y amigo.

Ahora dicen que “nuevas” normas regularán el uso de la música ¿también? Ya no es suficiente con que el pudoroso Instituto Cubano de Radio y Televisión norme la transmisión un 70% de música nacional y 30% extranjera. Cuando me entero de cosas como estas recuerdo una frase que más o menos dice cuidado con lo que deseas, porque un día se te puede cumplir. Con la llegada del período especial se desataron las oleadas de musiquillos de cuarta con deseos de hacer dinero fácil tocando dos latas y tres palabras que no necesariamente debían rimar. Sigue leyendo